Esta es una pregunta que habitualmente nos hacen los padres. La verdad es que no existe uno mejor que el otro, sino que depende de cada niño.
Existen bebés que duermen muy bien con su saco de dormir cerrado, le entrega seguridad y se siente cómodo. Si este es el caso, te recomiendo seguir con este tipo de saco de dormir. Lo bueno es que tenemos tallas para niños más grandes, llegando incluso a los 10 años. El más grande disponible mide 150 cm.
Por otro lado, existen bebés que desde un comienzo los vemos incómodos en su saco de dormir clásico cerrado y tienden a despertarse con más frecuencia, sintiéndose restringidos. Por eso estamos felices de contarte que disponemos del saco de dormir de 60 cm, ideal desde que el bebé tiene 3 meses.
Los sacos de dormir con pies entregan más libertad de movimiento para bebés activos
Un saco de dormir con pies permite que tu bebé se estire, levante las piernas o cambie de posición mientras duerme. Esta mayor libertad de movimiento puede ayudar a reducir la inquietud y los despertares nocturnos frecuentes. Los bebés a los que les gusta levantar las piernas o girarse sobre un costado se beneficiarán especialmente de este diseño.
Además, una mayor libertad de movimiento favorece el desarrollo motor de tu bebé. Poder mover sus piernas de manera independiente fortalece sus músculos y le ayuda a prepararse de forma lúdica para gatear y caminar. Muchos padres comentan que sus bebés duermen mejor en un saco de dormir con pies y tienen menos dificultades para encontrar una posición cómoda.
Contamos con sacos de dormir con pies para todos los hitos del desarrollo, llegando hasta los 10 años. El saco más grande es para un niño de estatura de 130 cm.
Los sacos de dormir son de tamaño generoso, por lo que te sugerimos que sigas nuestra recomendación de tallas y no compres sacos más grandes de lo indicado.
Brissa Zaror, psicóloga clínica.